Los satélites de órbita baja deben revolucionar la infraestructura de datos
Marcelo Leite cree que estamos cerca de ver a que los satélites de órbita baja (LEO, en la sigla en inglés – Low Earth Orbit) masifiquen el uso de Internet de alta velocidad.

Director de Portafolio y Estrategia de la empresa de tecnología Sencinet, que utiliza satélites para implantar redes de comunicación, Marcelo Leite cree que estamos cerca de ver a que los satélites de órbita baja (LEO, en la sigla en inglés – Low Earth Orbit) masifiquen el uso de Internet de alta velocidad, y que la reducción de costos de las antenas (hoy, el mayor entre los equipamientos de tierra) será fundamental para ello: “Esta reducción debe tardar pocos años para darse y poder masificar el uso de este servicio”.
En entrevista con Geocracia, Leite, que tiene más de 20 años de experiencia en el mercado de las telecomunicaciones, se muestra optimista sobre la industria aeroespacial brasileña y comenta una declaración en un artículo reciente, cuando llamó “globo de prueba”, al anuncio de una asociación entre Starlink de Elon Musk y el gobierno brasileño para usar LEOs para llevar Internet a áreas remotas como Amazonas. Solo el viernes (28), la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) aprobó las solicitudes de Starlink y Swarm para operar LEOs en Brasil.
¿No se suponía que eso debería ser una buena noticia?
Me referí a un globo de prueba porque la noticia atrajo la atención de los medios, alimentada por la popularidad de Elon Musk y la expectativa por la llegada de Starlink. A pesar de demostrar una muy buena intención y que beneficiaría a las zonas más remotas de Brasil, al llevar Internet de la más alta capacidad, este anuncio no resultó en ninguna acción concreta.
No se firmó ningún acuerdo y ni siquiera se había otorgado la concesión para que Starlink preste servicios en Brasil, hecho que sucedió este viernes. Esta licencia permite a Starlink iniciar su operación comercial en el país. Lo ideal sería que el gobierno brasileño fuera el primer cliente, desarrollando programas sociales.
Espero que pronto se anuncien acciones en este sentido.
¿Cómo ves el papel de Anatel en esta aprobación?
Como órgano regulador que necesita garantizar la calidad del servicio, la equidad y la competitividad en el sector de las telecomunicaciones, Anatel enfrenta un gran desafío. La tecnología LEO es muy reciente e innovadora y tiene características y recursos diferentes a los satélites tradicionales.
En el caso de flotas del tamaño de Starlink, Anatel necesita analizar criterios y condiciones para permitir la coexistencia armoniosa de otras flotas de satélites que puedan establecerse y operar en Brasil en el futuro. Al ser el primer proceso de análisis de flotas de este tamaño, es natural que sea más lento, ya que parte de este análisis se está realizando por primera vez.
Un dato que corrobora que estos criterios y condiciones aún no están muy claros y definidos es que la licencia de funcionamiento de Starlink tiene vigencia hasta 2027, período en el que será evaluada nuevamente. Con un plazo más corto, Anatel espera poder revisar puntos que no han sido considerados en este análisis ahora.
¿Cuáles son las ventajas de los LEOs como los proporcionados por Starlink y Oneweb?
Las grandes ventajas de los LEOs son la baja latencia y la alta capacidad que pueden ofrecer. Estos satélites orbitarán la tierra a una altitud operativa entre 500 y 2.000 kilómetros y permitirán el uso de dispositivos más pequeños y económicos, lo que además simplificará y facilitará la instalación de equipos en tierra.
Hoy en día contamos con satélites de alta capacidad (HTS) que ya son capaces de conectarse a altas velocidades y con precios bastante interesantes.
¿Cuáles son las dificultades que enfrentan los operadores de telecomunicaciones para ofrecer este servicio en áreas remotas a un precio accesible y con viabilidad comercial?
Históricamente, la comunicación satelital presenta un costo más alto al de una conexión terrestre. Esto se debe a la alta inversión para desarrollar y lanzar un satélite, ya que los satélites tienen una capacidad de transmisión definida en su diseño, y las empresas propietarias buscan remunerar su inversión vendiendo esta capacidad.
En los últimos años, el desarrollo de nuevas tecnologías ha incrementado la capacidad de transmisión de los satélites, reduciendo consecuentemente el costo de los Mbps y bajando drásticamente la diferencia de costo con respecto a los servicios terrestres. Hoy en día disponemos de satélites de alta capacidad (HTS – High Throughput Satellites) que ya son capaces de conectarse a gran velocidad ya precios muy interesantes.
Los satélites de órbita baja prometen cerrar ese gap (brecha) y equiparar velocidades y costos con los servicios terrestres.
Los más optimistas dicen que los LEOs pueden ser la solución de Internet de alta calidad para todo el planeta. ¿Crees que aún falta mucho para eso?
Eso es realmente lo que esperamos que suceda en los próximos años. Los satélites ya son una realidad. Starlink y OneWeb son las flotas más populares, pero se están lanzando varias otras flotas de LEO para operar en nichos de mercado.
Como resultado, el volumen de nuevos terminales producidos en los próximos años debería crecer a tasas elevadas y la producción debería ser lo suficientemente grande como para reducir el costo de las antenas, que hoy en día son el principal costo de los equipos terrestres.
Esta reducción debe demorarse pocos años para darse y poder masificar el uso de este servicio.
Algunos expertos afirman que, incluso con triunfos importantes, como la Base de Alcántara, cerca del ecuador, Brasil no estaría aprovechando el boom de la era de los datos y la carrera espacial debido a la falta de regulación y sugieren que un hub de tecnología aeroespacial podría ser creado en los alrededores de Alcántara para promover startups tecnológicas brasileñas. ¿Falta apoyo a un sector estratégico para la economía del siglo 21?
Entiendo que no hay ningún problema regulatorio en esta área. La Agencia Espacial Brasileña anunció a principios de este año una serie de acciones para acelerar el programa de desarrollo de la base de Alcántara, pero llevará algún tiempo traer beneficios y permitir que la base sea comercialmente viable. La buena noticia es que tenemos un boom en los lanzamientos de satélites con la llegada de flotas de satélites de órbita baja.
La base de Alcântara no estará lista para la primera ola de lanzamientos, pero dado que estos satélites tienen una vida más corta y requieren un reemplazo constante, puede resultar competitivo para futuros lanzamientos.